25 Mar LA TARTAMUDEZ
Según el DSM – V (Diagnostic and Statical Manual of Mental Disorders), la tartamudez se describe como un Trastorno de la fluidez que debe iniciarse en la infancia, en particular.
La tartamudez está caracterizada por la presencia de comportamientos primarios, en los cuales se encuentran la repetición de sonidos o silabas (“ yo soy Lo-lo-lourdes), las prolongaciones (“quiero aaaaagua) o los bloqueos (momento de pausas por incapacidad en dar continuidad al sonido; “yo soy …. Lourdes”); y por comportamientos secundarios, siendo éstos, conductas de evitación y/o escape.
Puede iniciarse alrededor de los 18 meses, aunque con una mayor frecuencia entre los 2 y los 5 años (periodo de máxima explosión y complejidad del lenguaje).
La aparición y el agravamiento de la tartamudez suele estar relacionada con un acontecimiento relevante como puede ser la separación de los padres, el nacimiento de un hermano/a, cambiar de casa, el fallecimiento de algún familiar, enfermedad del niño/a, ausencia prolongada de uno de los padres o cualquier situación que provoque un cambio en la rutina del niño/a. Pero, es importante entender, que este acontecimiento no ha sido la causa que ha desencadenado la tartamudez, sino, que se ha dado una situación en la cual se combina el acontecimiento que le genera estrés al niños/a y la predisposición de éste a tener disfluencias, iniciándose por la tanto, la aparición de la tartamudez.
Si hiciéramos una encuesta para valorar lo que las personas entienden por tartamudez, la mayor parte de éstas indicarían las señales que son percibidas a simple vista: repeticiones de fonemas, sílabas o palabras, bloqueos y/o prolongaciones de fonemas o sílabas. Sin embargo, la minoría comentarían la frustración de las personas que tartamudean, la vergüenza, la ira, el sentido del ridículo que sienten, su baja autoestima, el malestar, la incomprensión, la mala imagen de sí mismo o la inseguridad, siendo éstas no menos importante.
La tartamudez tiene un impacto significativo en la calidad de vida de la mayor parte de las personas que tartamudean y este impacto, se ve reflejado en diversos ámbitos como son la educación, el empleo, la vida social, la vida familiar, la identidad y los aspectos emocionales.
Causas de la disfemia
Cuando nos detenemos a conocer la etiología de la disfemia, no podemos hablar de elementos aislados, sino de un conjuntos de factores que interfieren en la causa de ésta.
Por un lado, existen factores genéticos y neurofisiológicos. Por otro lado, los factores internos del niños/as (la predisposición de tener tartamudez) interactúan con los factores ambientales, pudiendo hacer que se agraven las disfluencias.
Desmitificando mitos
- “La tartamudez es el resultado de problemas emociones o del comportamiento de los padres”. Existen estudios donde se demuestra los factores genéticos y neurofisiológico como causas de la tartamudez.
- “Las personas que tartamudean son menos inteligentes”: los estudios demuestran que no existen relación directa entre la habilidad para expresar ideas de manera fluida y la inteligencia.
- “La tartamudez puede ser aprendida”. Existe evidencia científica sobre la etiología de la tartamudez, explicándose así la imposibilidad del control de ésta y su aprendizaje.
- “Los padres son culpables de la tartamudez de sus hijos/as”. Los estudios vuelven a demostrar las causas de la tartamudez y, en consecuencia, los padres, a diferencia de causar la tartamudez, pueden actuar favoreciendo un ambiente lingüístico con modelos de habla adecuados.
- “No es aconsejable hablar de tartamudez con personas que tartamudean”. El hablar con ellos de tartamudez hace que se sientan comprendidos y aceptados a pesar de sus disfluencias. Es aconsejable hablar de ellas de manera natural.
- “La tartamudez es causada por los nervios y la ansiedad”. La mayoría de estudios que comparan la ansiedad de las personas que tartamudean con otras que no lo hacen, no encuentran diferencias significativas. El aumento de la ansiedad sería una consecuencia de la tartamudez, y no su causa.
- “Para diagnosticar tartamudez se debe esperar hasta los 6 años”. El pronóstico de la tartamudez será mejor cuanto menor tiempo haya pasado desde su inicio hasta el comienzo del tratamiento.
PAUTAS PARA LOS FAMILIARES
Consideraciones generales
- Acepte la forma de hablar de su hijo/a.
- No se sienta culpable porque su hijo/a tartamudee.
- No considere el tartamudeo como algo negativo.
- Procure no trasmitirle desagrado cuando le vea atascado.
- Intente no impacientarse cuando su hijo/a tartamudea y mantenga la calma cuando se bloquee.
- Piense que el niño/a hace esfuerzos por controlar su habla.
- Dale tiempo para que termine de hablar y no le acabe las palabras aunque sepa lo que quiere decir.
- No olvide que su hijo/a es como otros solo que ahora muestra algunas dificultades para hablar.
- Evite ponerle situaciones que le presionen.
¿Cómo hablarle?
- Háblele despacio y con pausas entre las frases. Sea un buen modelo a imitar para él en su forma de hablar.
- Emplee vocabulario sencillo y frases poco complicadas.
- Mire al niño cuando le hable.
- Demuéstrele con su actitud que disfruta hablando con él.
- Opte por hacer comentarios en lugar de realizar demasiadas preguntas directas.
- Se desaconsejan las recomendaciones tal como, toma aire, ve despacio, respira…
- Cometa algún error en su expresión cuando el niño le escucha.
- Intente que sus preguntas no impliquen respuestas largas.
Tratamiento logopédico
Es importante señalar, que un porcentaje de los niños/as que tienen un periodo de disfluencias excesivas durante la infancia, tienen una remisión espontánea de las disfluencias. Sin embargo, hay otro porcentaje que tartamudearan de forma crónica.
Por lo tanto, nuestro objetivo como logopedas, como terapeutas del lenguaje y de la comunicación, es, por un lado, trabajar sobre esos comportamientos primarios, reduciendo la frecuencia de las repeticiones, disminuyendo la duración de los bloqueos y de las prolongaciones, y por otro lado, eliminar los comportamientos de evitación o escape.
Los logopedas trabajamos la tartamudez como un trastorno de la comunicación, y no como un trastorno de fluidez, puesto que, lo más importante es comunicar, expresar tus sentimientos y conocer a las personas a través de sus palabras, ya sean con disfluencias o sin estas. Nuestra labor consiste en hacerlos verdaderos comunicadores, en personas con una eficacia comunicativa y con la calidad de vida que durante mucho tiempo no han tenido, y aceptar, que en alguna ocasión aparecerán momentos de tartamudez, ya que, al fin y al cabo, ¿hay alguna persona en el mundo que en algún momento de su vida no haya tartamudeado?
Lourdes Gonzalez Benitez (Logopeda)
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