06 Nov LA VOZ COMO INSTRUMENTO
La voz humana es un maravilloso instrumento que nos permite expresar lo que sentimos o pensamos, compartir emociones, ideas, pensamientos y conocimientos, opinar sobre determinados aspectos, desarrollar nuestra labor profesional, en definitiva, la voz nos permite comunicarnos.
Los seres humanos recurrimos a esta herramienta para fines sociales, personales y laborales. En relación con nuestra vida laboral, no solo son profesionales de la voz los cantantes, los actores o actrices y los locutores de radio. El profesional de la voz es todo aquel que emplea su voz para desarrollar su labor y que de ella depende su eficacia laboral. Por ello, entre los profesionales de la voz, además de los mencionados anteriormente se incluyen docentes, teleoperadores, psicólogos, recepcionistas, monitores deportivos, abogados, vendedores, médicos… Para estos profesionales de la voz el quedarse sin ella sería similar a la labor que podría hacer un violinista sin violín o un pintor sin pinceles.
Los cantantes tienen muy en cuenta los cambios de su voz y los cuidados necesarios para que ésta siga dando su máximo rendimiento. Sin embargo, otros profesionales, no toman conciencia de la necesidad de su voz hasta que ésta comienza a resultar incompatible con nuestra vida personal o laboral al no poder desarrollar actividades de la vida diaria o nuestro trabajo.
¿Qué es la voz?
La voz es el resultado de la coordinación de un conjunto de subsistemas (respiratorio, vibratorio, tracto vocal, sistema nervioso central y periférico, sistema límbico – emocional, sistema endocrino, sistema inmunológico, aparato auditivo y sistema miofascial) que requiere una ejecución precisa y que se ve influenciada por numerosos factores (culturales, educativos, emocionales, físicos, profesionales, estéticos…).
De manera muy resumida y simplificada podríamos decir que la voz se origina cuando la corriente de aire que sale de nuestros pulmones golpea las cuerdas vocales provocando que éstas vibren.
Cualquier factor o un desequilibrio en la coordinación del conjunto podrían determinar una patología de la voz.
Posibles causas de los cambios en la voz
Actualmente, se conoce que el origen de la disfonía suele ser un factor inflamatorio que provoca que el funcionamiento incorrecto del sistema fonatorio.
Entre los factores inflamatorios podemos destacar:
- Problemas digestivos (Reflujo gastro – esofágico o faringo – laríngeo, estreñimiento, diarreas…).
- Patologías nasales (rinitis, adenoiditis, sinusitis).
- Trastornos del sistema inmunitario (enfermedades autoinmune, inflamaciones crónicas, alergias e intolerancias) .
- Alimentos contaminados (con sustancias químicas).
- Estrés y/o emociones desordenadas.
- Problemas hormonales (hipotiroidismo o hipertiroidismo).
- Sobrecargas con ruido ambiental.
- Problemas posturales.
- Ambientes contaminados.
- Uso de fármacos.
- Mal uso y abuso vocal.
- Alteraciones constitucionales.
- Alteraciones de la articulación temporomandibular (ATM) y maloclusiones.
¿Qué hacer ante un cambio de voz persistente?
Cuando nos encontramos ante cambios en la voz que tiene una duración prolongada (más de diez días), cansancio vocal o esfuerzo al producir la voz debemos consulta al médico especialista.
El Otorrinolaringólogo determinará la existencia o no de lesiones orgánicas mediante la exploración laríngea, derivará al logopeda en el caso de valorar la necesidad de terapia vocal y ambos, trabajaran conjuntamente con el fin de conseguir la eufonía del paciente.
Medidas preventivas
Debemos cuidar que nuestra laringe (estructura donde se encuentran las cuerdas vocales) se encuentre siempre bien hidratada y no exponerla a factores medioambientales que resulten perjudiciales para la misma. Por lo tanto, recomendamos seguir conductas saludables como:
- Hidratación. Beber líquidos a temperatura ambiente (ni muy fríos ni muy calientes), hacer inhalaciones de vapor (vahos) sin aromas resecantes (Ej.: eucalipto), tomar infusiones y mucha agua.
- Hacer gárgaras. El preparado más efectivo es miel, limón y tomillo.
- Reposo vocal: descansar la voz después de hablar mucho rato.
- Recurrir al bostezo con el fin de relajar la zona faringo – bucal.
- Mantener una postura lo más cómoda y correcta posible.
- Procurar dormir alrededor de ocho horas diarias.
- Conveniente y aconsejable dedicar una media hora al día a realizar la actividad que más nos guste (pintar, leer, coser…) con el fin de disminuir tensiones generales y relajar nuestra mente, ya que el ritmo de vida ajetreado también repercute a nuestra voz.
Así mismo, se aconseja evitar las siguientes conductas perjudiciales para la voz:
- Evitar factores irritantes: chicles y caramelos de menta, café, tabaco, alcohol.
- Los ambientes ruidosos o acústicamente deficientes requieren un mayor esfuerzo vocal y por tanto muscular. Por lo que, se recomienda economizar el uso de la voz en dichas ocasiones recurriendo a estrategias alternativas a la voz, hablar al oído, empleo de gestos faciales y corporales…
- Hablar susurrando. Estaremos forzando doblemente nuestras cuerdas vocales por lo que se recomienda evitar este tipo de habla en la medida de lo posible.
- Evitar toser, carraspear, ya que produce el choque de las cuerdas, y puede lesionarlas. Evitar gritar habitualmente de una habitación a otra, de un piso a otro, por teléfono, etc. Intentar hablar a una distancia cercana a la otra persona, o utilizar otras estrategias para llamar la atención como silbatos, dar palmadas, golpes con la mano, timbres, etc.
- El aire acondicionado y la calefacción hacen que el ambiente se reseque y pierda humedad, resecándose nuestras cuerdas vocales. Aconsejamos poner en la habitación un recipiente con agua, para aportar la humedad que falta.
- Evitar hablar o cantar si estamos resfriados, tenemos ronquera o sentimos molestias en la garganta. Recomendamos hacer reposo vocal.
- Evitar exponer la voz a una contaminación excesiva ni productos deshidratantes: humo, tabaco, alcohol, cafeína, aire seco, aire acondicionado, calefacción excesiva…
Recuerde que su voz es la herramienta de comunicación más valiosa, por lo que, cualquier medida preventiva podrá evitar llegar a lesiones orgánicas, asegurándonos con esto el hecho de manifestar lo que sentimos o reflejar lo que somos.
Lourdes González Benítez (logopeda)
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