18 Ene El Deporte y los Niños
¿DESDE CUANDO ES ACONSEJABLE QUE MI HIJO SE INICIE EN LA PRACTICA DEL DEPORTE?
Hay muchos padres que se plantean esta duda, ¿cuándo sería aconsejable que mi hijo empezara a hacer deporte?
No hay una edad determinada a la que los niños deban empezar a practicar algún deporte. Todo va a depender del desarrollo de sus capacidades motoras como la flexibilidad, coordinación, fuerza y resistencia muscular y cardiorespiratoria.
De todas formas, si es recomendable, en niños a partir de 2 años, que se inicien primero en clases de psicomotricidad, para que empiecen a desarrollar y potenciar sus habilidades motoras, cognitivas y afectivas. Poco a poco, el niño irá logrando más movimientos a través del juego. Sobre los 3 años, ya será capaz de saltar, tirar, correr….De los 4 a los 6 años, ya tendrá un desarrollo motor más avanzado, por lo que podrá empezar a montar en bici, jugar a la pelota…
Ya es a partir de los 6 o 7 años, cuando el niño esta físicamente preparado para iniciar la práctica del deporte, ya sea en el cole o acompañados de sus padres o amigos en el parque o en el campo.
Desde los 13 a 15 años, la capacidad de aprendizaje del niño y su madurez motora será muy buena y evolucionaran muy rápidamente. Es una etapa donde los niños se sienten más fuertes y más valorados frente a sus iguales. Es importante también que los padres sirvan como modelo en esta práctica deportiva, el hábito del deporte debe ser construido con la participación de la familia.
¿POR QUÉ ES BUENO QUE MI HIJO PRACTIQUE ALGUN DEPORTE?
Es de sobra conocido los beneficios que a nivel físico tiene para la salud la práctica del deporte, mejora la flexibilidad, coordinación, el equilibrio, combate la obesidad, evita el sedentarismo, la resistencia cardiovascular, etc.
Pero no únicamente son físicos los beneficios que aporta la actividad deportiva, son igualmente importante y avalados por numerosos estudios, los beneficios que aporta tanto a nivel social como psicológico.
Dentro de los beneficios psicológicos y sociales podemos destacar:
La integración de reglas y disciplina. Las normas en el deporte de enseñan de una manera diferente, ya que mediante el juego y la diversión, la actividad permite establecer unos límites muy claros y las consecuencias de no respetarlos.
En determinadas edades, la aceptación de la autoridad puede resultar un problema, pero en este contexto, por medio del deporte, queda muy claro que el entrenador sabe más los deportistas, por tanto más que los niños y adolescentes, por esta razón suelen aceptar mejor esa autoridad y respetarla.
Mejora su autoestima. Relacionarse con otros niños, sentirse integrado en un equipo, siempre genera un beneficio y unas sensaciones positivas para el concepto de sí mismo. Si además desarrollan habilidades físicas, se sienten ágiles, seguros y que controlan su cuerpo…les hace sentirme muy bien!
Fomenta la socialización. Facilita el que se relacionen, el desarrollo de habilidades sociales, disfrutar de los sentimientos de pertenecer a un equipo y de apoyo a la hora de conseguir objetivos comunes. Compartir con los demás los triunfos y las derrotas, aprendiendo también a manejar la frustación, el saber perder.
Canalizar la energía. Puede ser una de las mejores válvulas para estar más tranquilo en el resto de las actividades diarias permitiendo en muchos casos, que se frenen los impulsos excesivos.
Aumenta la capacidad de aprendizaje. Estudios demuestran que el hacer ejercicio mejora las funciones cognitivas. Al hacer ejercicio, el cerebro produce más neuronas y conexiones entre ellas que aumentan la capacidad de memoria y aprendizaje.
Mejora emocional. La práctica de ejercicio físico genera una liberación inmediata de endorfinas que son las hormonas encargadas de facilitar y generar sensación de bienestar y vitalidad. Por esta razón los niños que practican regularmente deporte están más felices y contentos.
Por último, es importante recordar, que para que se puedan aprovechar los beneficios físicos, sociales y psicológicos, es el niño quien tiene que elegir el deporte que más le guste y no sean los padres los que presionen ante esta elección.
Si el pequeño es el que elige, no le costará entrar en la dinámica de hacer ejercicio, disfrutando y divirtiéndose. Esto le lleva a vivirla como algo positivo y aprovechará completamente los beneficios de la actividad.
Mª Carmen Serrano (Psicóloga Infantil)
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