09 Dic ¡Ya llegan los Reyes Magos!
Al llegar las Navidades, los padres nos encontramos en unas fechas plagadas de ilusión, alegría, impaciencia…, y todo ello promovido, no sólo por la compañía de nuestros familiares y el valor religioso de esta celebración, sino también porque nuestros hijos aún gozan con entusiasmo la espera de la ansiada llegada de los Reyes Magos y el cada vez más común Papá Noel en este mes de Diciembre.
Los padres disfrutamos de un encanto similar con la visita de sus Majestades desde el mes de Noviembre. Preguntamos qué pondrán en sus cartas, intentamos ahorrar, y en algunas ocasiones, nos aprovechamos de la presencia en sus cabezas de estos Magos para que los niños mejoren su comportamiento, mencionando la más que repetida advertencia: ¡Cómo te vean los Reyes Magos!
A medida que ellos van creciendo, sus preguntas se multiplican: ¿Cómo reparten en tan poco tiempo?, ¿Cuánto dinero tienen?, ¿Cómo llegan las cartas?, ¿Por qué hay tantos y en diferentes sitios?…, y cada año, los padres nos preguntamos si éste será el último año que mi hijo creerá. Mientras algunos vivimos este momento como una ruptura de su inocencia, otros inventan historias rocambolescas para que su ilusión siga intacta, como si el hecho de conocer la realidad los hiciese mayores. Las productoras cinematográficas llegan al extremo de estrenar películas sobre cómo mantener esta ilusión en nuestros hijos, pero…¿ Es lo acertado para su desarrollo emocional sano?.
Desde un punto de vista evolutivo, los niños a esta edad, comienzan su paso del periodo preoperatorio al operatorio concreto. Este avance en su inteligencia, permite que los niños sean capaces de un razonamiento lógico, aún unido a hechos concretos, pero ya les permite deducir, lo que convierte cualquier información en una serie de pistas, para llegar a una hipótesis propia, es decir, si escuchan en cualquier lugar que los Reyes son los padres, que la televisión se llena de anuncios, si van a los centros comerciales y ven padres con paquetes,…al final ellos sacan sus propias conclusiones, por lo que no es la pérdida de su inocencia sino el avance en su inteligencia lo que origina el desenlace tan temido por los padres.
Cuando esto ocurre, algunos padres se resisten a perder la ilusión por los Reyes y, lamentablemente, cuando un niño pregunta, ya sabe más de lo que nos dice, así que, llegado el momento, debemos perder el miedo y siempre es mejor dar paso a otros valores que también pertenecen a estas fechas como la familia, la solidaridad… a mentirle, ya que generará desconfianza.
La Navidad es un periodo precioso a cualquier edad, pese a que en la etapa adulta, sean fechas complicadas para algunas personas por su historia personal.
La esencia de los Reyes Magos no tiene por qué dejar de existir y abrirá una nueva forma de valoración por los hijos, el esfuerzo de los padres y la tradición cultural.
¿Qué ocurre cuando nuestro hijo nos dice que un amigo le ha dicho que los Reyes no existen?
La mejor opción en estos casos, es enseñar al niño a pensar por sí mismo. Esto nos evitará entrar en; “Es cierto o mentira”, ya que nos está aportando toda la información que él conoce y no sabe más de lo que cuenta.
Podemos optar por decirle que está bien que su amigo crea eso, pero ¿qué cree él?, ¿por qué es más importante lo que cree su amigo que lo que él cree?, y que debe guiarse por lo que él sienta o crea. Aprovecharemos la situación para fomentar sus propias opiniones.
¿Qué ocurre si nos descubren un regalo?
La mejor opción, y teniendo en cuenta que no tienen más pistas, es explicarles que algunas veces los padres colaboran con los Reyes Magos para facilitar su trabajo. Lamentablemente ésta es una pista enorme que mantendrá al niño en alerta, y la respuesta nos servirá para ir preparándolos para la realidad cuando el descubrimiento se haya producido.
¿Qué ocurre cuando el niño pregunta directamente si los Reyes son los padres?
En este caso, debemos preguntarle por qué nos hace esa pregunta y por qué cree eso. De esta manera nos dará la información que él tiene sin que nosotros mintamos y sabiendo hasta qué punto el descubrimiento se ha producido ya.
Si el niño nos argumenta que se dio cuenta que su madre pregunta qué quiere, que sabe que son ellos o que tampoco existen los superhéroes, el descubrimiento está claro.
Algunos niños reaccionan a esto con miedo, no porque se sientan tristes porque los Reyes no existen, sino por temer que no haya más juguetes, por lo que hay que tratar de explicarles por qué existe esta tradición y que seguirá produciéndose, evitando el decirle que si no cree, los Reyes no vendrán, ya que esto generará una falsa creencia, los niños simularán no saber y vivirán con ansiedad que descubramos que ellos lo saben.
Laura Asensio
Psicóloga
No hay Comentarios